miércoles, 14 de mayo de 2014
Diarios de viaje
La carretera se extiende, infinita. Todo parece tan efímero. Miro a través del cristal, me veo reflejada, y apenas de reconozco. Mi reflejo se fusiona con el paisaje, todo pasa rápido, todo vuela al otro lado. Me imagino fuera de esta caja de metal y hierros, corriendo, gritando, en mitad de la nada, en el centro de todo. No se la temperatura que hay fuera, pero me imagino el viento, me imagino una brisa fresca, mezclada con la hierba recién cortada y las flores de la primavera. Extiendo la mano, puedo tocarla.
Cuando viajas todo se transforma, todo cambia, todo se mueve.
Volveremos a encontrarnos en el camino.
Mary Díaz
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