lunes, 14 de julio de 2014

Ultravioleta







Todavía se me hiela la sangre cuando suena en la radio aquella canción que nos dedicamos un día. ¿No lo recuerdas? Tu bailabas, yo reía, yo siempre reía.
El amor te transforma, el odio te transforma, la vida te transforma.
Modelo: Ana Huergo
Mary Díaz

jueves, 29 de mayo de 2014

Diarios de viaje III





Ya pasó la calma que precedía a la tormenta. Ahora truena en mi interior y el eco suena tan fuerte que me cuesta oir mi propia voz. No pasa nada, gritaremos hasta rompernos la garganta.
Mary Díaz

miércoles, 28 de mayo de 2014

Bailar con la oscuridad








Soy la sombra que baila agarrada a tus tobillos. El diablo empuña un saxofón y desafina, pero suena dulce. Me hipnotiza.

Modelo: Ana Huergo

Mary Díaz

jueves, 22 de mayo de 2014

Ciudad maldita






Me envuelves, me acaricias y me escupes. Me haces sentir muy grande, me haces sentir muy pequeña, una hormiga entre elefantes. Creo que nunca amé y odié tanto una ciudad.
Somos enfermizos.
Mary Díaz

domingo, 18 de mayo de 2014

Diarios de viaje II





Otra vez en el camino, con Madrid en el alma y el norte en la piel. Siempre que viajo lo hago con una sensación extraña en el estómago. Las montañas desaparecen mientras pasan las horas y, a través de la ventana, veo esconderse el sol, veo apagarse el día. Primero verde, luego dorado y al final se extiende Madrid, imponente, mi geometría y angustia particular.
Mary Díaz

Memoria de sirena



Supongo que la vida es una escalera que se va inundando. El agua avanza poco a poco, escalón tras escalón y no puedes dejar de subir porque te ahogas. A veces necesitas parar y recuperar el aliento, y entonces el agua te pilla, un poco por sorpresa, y por un momento te atrapa. A veces hay que nadar, hay que trepar, hacer todo lo necesario por sobrevivir y entonces, cuando sales del agua sigues subiendo, con energías renovadas y cada escalón cuesta un poco menos.
Mary Díaz

miércoles, 14 de mayo de 2014

Diarios de viaje





La carretera se extiende, infinita. Todo parece tan efímero. Miro a través del cristal, me veo reflejada, y apenas de reconozco. Mi reflejo se fusiona con el paisaje, todo pasa rápido, todo vuela al otro lado. Me imagino fuera de esta caja de metal y hierros, corriendo, gritando, en mitad de la nada, en el centro de todo. No se la temperatura que hay fuera, pero me imagino el viento, me imagino una brisa fresca, mezclada con la hierba recién cortada y las flores de la primavera. Extiendo la mano, puedo tocarla.
Cuando viajas todo se transforma, todo cambia, todo se mueve.
Volveremos a encontrarnos en el camino.
Mary Díaz